Tratamientos reproductivos en animales

La reproducción asistida en animales también es posible. Tanto en animales de compañía como en explotaciones ganaderas, los tratamientos reproductivos son esenciales para detectar problemas de fertilidad y lograr solventarlos gracias a avanzadas técnicas que se practican en el laboratorio.

Los avances surgidos en el campo de la fisiología reproductiva han hecho que en la actualidad puedan tratarse multitud de patologías distintas y que se pueda salvaguardar la capacidad reproductiva de los mamíferos.

Podemos encontrar diferentes tipos de patologías relacionadas con el sistema reproductivo de los animales, como pueden ser quistes ováricos y prostáticos, tumores vaginales, piómetras... Estos avances también nos han ayudado a estudiar diferentes problemas durante el embarazo y el parto, como pueda ser la incapacidad del útero para contraerse y que el animal pueda dar a luz, lo que provoque que se necesite un parto inducido. Los controles durante el embarazo son imprescindibles para asegurar una buena gestación y reducir el riesgo de sufrir complicaciones durante el alumbramiento. La monitorización mediante ecografías nos ayudará a controlar la gestación para poder ver en qué estado se encuentra el feto o fetos, predecir la fecha de parto o diagnosticar malformaciones entre otros problemas. Gracias al amplio progreso en el ámbito de la ginecología veterinaria, lograremos velar por la salud del animal y su descendencia.

Dependiendo del tipo de animal y su raza, por ejemplo, en el caso de los perros, se pueden presentar complicaciones asociadas dependiendo de la morfología del animal, como puede ser en aquellos perros pequeños en los cuales se da el síndrome del cachorro único, que provoca que el mecanismo del parto no se desencadene de forma adecuada y se vea necesario el realizar una cesárea. En razas gigantes, pueden darse insuficiencias luteales que den lugar a abortos de repetición.

En aquellos casos donde se sospeche que el animal tenga problemas de fertilidad o abortos repetidos se pueden poner en marcha técnicas de reproducción asistida veterinaria. Los grandes avances en la biotecnología reproductiva en animales permiten que podamos lograr que los mamíferos puedan tener descendencia. Se pueden emplear técnicas de preservación de la fertilidad, como la congelación del semen para realizar posteriormente una inseminación artificial, realizar un control de la ovulación en las hembras...

La reproducción asistida veterinaria se emplea sobre todo en explotaciones ganaderas o núcleos zoológicos en los cuales se desee que los animales tengan descendencia, ayudándoles y asistiéndoles en el proceso para que puedan concebir.

Por otro lado, en muchos casos en las clínicas veterinarias nos encontramos con el caso contrario, y es que hay dueños de animales de compañía que desean esterilizar a sus mascotas para que no tengan descendencia. Mediante la esterilización de perros y gatos, se retiran sus órganos reproductivos para que estos no puedan concebir. Es una cirugía menor que dura entre 20 y 45 minutos y de la cual se recuperan rápidamente. Es recomendable realizarla antes del primer celo, aunque puede llevarse a cabo en cualquier momento. Se puede realizar a partir de los dos meses de edad hasta los 4-5 años.

La esterilización también puede aportar beneficios como una vida más sana y larga, puesto que previene la formación de tumores en los órganos reproductivos y evita el contagio de enfermedades como la inmunodeficiencia felina. No obstante, gracias a las técnicas de preservación de la fertilidad, podemos conservar el semen del macho para poder fecundar a una hembra en el futuro, si los dueños del animal lo desearan, y de esta forma también evitamos que el animal entre en celo conservando aún su capacidad reproductiva gracias a la congelación del esperma.